Capítulo XVI

Capítulo XVI

De lo que sucedió a don Quijote con un discreto caballero de la Mancha

N(Tomo II)

Image result for don quijote tomo 2 capitulo 16


Resumen


Después de la victoria con el bachiller se consideraba don Quijote el más valiente caballero del mundo. No se acordaba de las dificultades, derrotas y problemas que tuvo anteriormente. Pensaba que si pudiera desencantar a Dulcinea, no envidiaría la mejor de las aventuras que el mejor caballero andante pudo alcanzar. Sancho, sin embargo, iba preocupado por el gran parecido de los Espejos y su escudero tenían con el bachiller y su compadre Tomé Cecial. Se lo manifestó a don Quijote y éste le contestó que no eran ellos. Todo había sido obra de sus enemigos los encantadores. Pues no había razones para que el bachiller, que era su amigo, viniera a enfrentársele todo armado. Le puso el ejemplo de la transformación de Dulcinea en zafia labradora. Sancho, que conocía la verdad, no le quiso contestar. Estaban en la conversación anterior cuando pasó cerca de ellos un caballero, vestido con un gabán de fino paño verde, subido sobre una yegua tordilla con un buen aderezo. El caballero llevaba alfanje morisco, pendiente de un ancho tahalí de verde oro. Las espuelas estaban tan bruñidas que aventajaban a las de oro. Don Quijote lo invitó a andar juntos el camino. Aceptó el caballero, no sin antes conocer las reacciones que Rocinante podría tener por la presencia de su yegua. Lo tranquilizó Sancho de este temor. Al darse cuenta don Quijote que lo miraba sorprendido, se presentó diciéndole que era caballero andante, que tenía como misión ayudar a los necesitados y que sus aventuras y reconocimiento se conocían en todo el mundo, pues se habían impreso más de treinta mil volúmenes, pero como las propias alabanzas envilecen, no quiere continuar; se ha visto obligado a decir las suyas porque no hay nadie presente para decirlas. Siguió sorprendido el del verde gabán por encontrase ante un caballero andante que se dedicaba a hacer el bien como decía don Quijote, pero especialmente porque creía que tales caballeros ya no existían. Se presentó el del verde gabán con el nombre de don Diego de Miranda; era un hidalgo, medianamente rico, que poseía unas seis docenas de libros, aunque ninguno de ellos de caballerías, era moderadamente amigo de la caza y de la pesca, no le gustaba murmurar, oía misa cada día, se llevaba bien con sus vecinos y repartía de sus bienes con los pobres, “sin hacer alarde de las buenas obras, por no dar entrada en mi corazón a la hipocresía y vanagloria, enemigos que blandamente se apoderan del corazón más recatado”. Después de elogiarlo Sancho, considerándolo casi como un santo, habló don Diego de su hijo diciéndole que lo tenía preocupado porque andaba muy embebido en la poesía clásica y miraba con desdén las obras compuestas en romance. A él le gustaría que estudiará la carrera de leyes y la de teología; pues nuestros reyes premian las virtuosas y buenas letras: porque letras sin virtud son perlas en el muladar.

Recursos o elementos literarios / Técnicas narrativas:


Elemento sentimental, Recapitulación:

"Con la alegría, contento y ufanidad que se ha dicho, seguía don Quijote su jornada, imaginándose por la pasada vitoria ser el caballero andante más valiente que tenía en aquella edad el mundo; daba por acabadas y a felice fin conducidas cuantas aventuras pudiesen sucederle de allí adelante; tenía en poco a los encantos y a los encantadores; no se acordaba de los inumerables palos que en el discurso de sus caballerías le habían dado, ni de la pedrada que le derribó la mitad de los dientes, ni del desagradecimiento de los galeotes, ni del atrevimiento y lluvia de estacas de los yangüeses."

Técnica dialógica:

"...pero don Quijote le dijo: 
 
-Señor galán, si es que vuestra merced lleva el camino que nosotros y no importa el darse priesa, merced recibiría en que nos fuésemos juntos. 
 
-En verdad -respondió el de la yegua- que no me pasara tan de largo, si no fuera por temor que con la compañía de mi yegua no se alborotara ese caballo. 
 
-Bien puede, señor -respondió a esta sazón Sancho-, bien puede tener las riendas a su yegua, porque nuestro caballo es el más honesto y bien mirado del mundo: jamás en semejantes ocasiones ha hecho vileza alguna, y una vez que se desmandó a hacerla la lastamos mi señor y yo con las setenas. Digo otra vez que puede vuestra merced detenerse, si quisiere; que, aunque se la den entre dos platos, a buen seguro que el caballo no la arrostre 
"

Técnica dialógica:

-Hay mucho que decir -respondió don Quijote- en razón de si son fingidas, o no, las historias de los andantes caballeros. 

-Pues, ¿hay quien dude -respondió el Verde- que no son falsas las tales historias? 

-Yo lo dudo -respondió don Quijote-, y quédese esto aquí; que si nuestra jornada dura, espero en Dios de dar a entender a vuesa merced que ha hecho mal en irse con la corriente de los que tienen por cierto que no son verdaderas. 



Enlace para preguntas en línea:
https://quizlet.com/341545920/capitulo-xvi-flash-cards/?i=1dn6z2&x=1jqY

Actividad:
http://www.ahorcado.net/ahorcados.php?id=5bf2e17985314

Audiolibro:




No hay comentarios.:

Publicar un comentario